El día después (y no va de fútbol).
Otro año más y van…
Lo que debiera ser una auténtica fiesta para el sector y conseguir conectar a la sociedad con un gremio que causa envidias fuera de nuestras fronteras, incluso poder ser televisado en directo (las redes ya hacen esa función) y considerando además que es uno de los activos más importantes de nuestra economía, termina últimamente en un aluvión de menosprecios hacia alguno de los galardonados y sobre todo al organizador del evento, una empresa privada que según sus propios criterios se dedica a homenajear a un estilo de cocina y a unos establecimientos que apuestan por la excelencia.
Para quien vive ajeno a esta burbuja (la inmensa mayoría de la población, no nos engañemos) esta ceremonia queda reducida a los cuatro memes que corren por las redes y a que “el de la Pedroche” ha dicho nosequé
Durante el confinamiento se pidió y exigió una unión entre todas las partes que forman la gran familia de la gastronomía, para así poder remar juntos y conseguir un mínimo de consideración por parte de la administración. Para recoger ese fruto primero tendremos que cultivar la semilla del respeto, de la admiración por el esfuerzo y la constancia, reconocer donde está el talento y los valores, y respetarlos. Una vez interiorizados estos pasos, quizás seamos capaces de disfrutar de los logros ajenos como propios del conjunto y olvidarnos de enfangar los jardines de los demás.
Si no saben que pedir a los reyes, sería bueno…